lunes, 24 de diciembre de 2018

Introducción a la Filosofía. Su historia en relación con la teología







Introducción a la Filosofía. Su historia en relación con la teología. (Prólogo)
 de
ALFONSO ROPERO.


        Es para mi un honor presentar esta obra de Alfonso Ropero, para quien ha representado un enorme esfuerzo de síntesis su ejecución, pese al gran conocimiento del devenir filosófico cristiano que el autor posee. No hay excesivas obras de "filosofía cristiana", y los tratados sobre la "historia de la filosofía" suelen pasar de largo y considerar la especulación producida por el cristianismo, objeto de otro estudio. Así pues, mucho del trabajo de abreviación y compendio, es producto original del autor, tras largas y abundantes lecturas. Si ya en su obra magna "Filosofía y cristianismo" el autor había repensado y ensayado con erudición temas filosóficos cristianos, en FILOSOFÍA CRISTIANA nos muestra la génesis y el desarrollo de un campo mas basto del que a primera vista parece.
            El presente trabajo de Alfonso Ropero representa, pues,  un empeño prolífico para compendiar veinte siglos de pensamiento cristiano. El método y el criterio seguidos es, en la mayoría de los casos, extraer lo mas lúcido del sistema filosófico de cada momento histórico y desarrollar la filosofía perenne de cada autor destacado. Un estudio razonado y crítico como este, puede tener algún olvido pero solo en aras de destacar la justificación filosófica y aportaciones fundamentales de cada autor, por encima de una mera relación de afirmaciones.

            Es interesante destacar que Ropero en esta actitud ecléctica, tiene también  otra disposición mas pedagógica, enlazando, en ocasiones, sistemas antiguos con otros nuevos, destacando lo novedoso y acercando la filosofía  a la vida cristiana. Por eso, las largas citas de los filósofos, no suelen ser solamente un acercamiento a la dialéctica del discurrir, sino que son reflexiones para la vida. El hombre que comprende el significado de las preguntas que se hacía, ilumina su ser, y aquellas curiosidades y sentimientos indefinidos, se plasman, no en formularios teoréticos, sino en vida.

            Alguien nos dirá: "Cristo es la Verdad y la Vida, ¿para qué la filosofía? ¿para qué recorrer los vericuetos de un pensamiento lleno de años, inestable y lleno de causalidades? Si el final y la respuesta es Cristo ¿para qué tanto esfuerzo neurológico?" Pues sencillamente porque el hombre es racional también y como atributo de la persona humana, la actitud filosófica y científica es siempre racional. Es lo que Ropero explica, con gran maestría, en la primera parte de esta obra,  donde desgrana las paradojas y los desencuentros entre religión cristiana y filosofía cristiana.

Otra objeción clásica a este tipo de obras, suele ser el acentuar las incertidumbres y errores de los diversos sistemas filosóficos - también de los cristianos - afirmando la imposibilidad de alcanzar la verdad, sumida esta, en un caos de sentencias que impiden todo progreso del pensamiento humano. Desde el punto de vista cristiano, "la estatura de la plenitud de Cristo" es una meta o ideal humano supremo y que, como decía el reformador JUAN DE VALDÉS, va relacionado con la "ciencia y la experiencia". Es por esto, que todo progreso científico o filosófico, también va ligado a los errores, porque al darnos razón de cada significado, de  cada opinión o formulación de tal sistema, entendemos el valor y la aportación a la investigación de la verdad.

            Una frase del ensayista evangélico asturiano JESÚS NAVA, pone el dedo en la llaga sobre la necesidad de un pensamiento mas cimentado. "El bochornoso espectáculo - dice - de un cristianismo que desprecia el conocimiento, tolera la hipocresía, miente continuamente contra la razón y olvida su deber de guiar al hombre hacia la perfección moral y espiritual, es el motivo que me impulsa a denunciar cuantas supersticiones y fantasías teológicas, han venido a corromperlo, falsearlo, en la esperanza de que lo esencial y perdurable de su doctrina resplandezca a los ojos del mundo. Y el que me lleva igualmente a sostener que la Iglesia debería dejar el lenguaje, los pensamientos y los juicios de la infancia, para empezar a tomarse en serio su papel de educadora de la humanidad. Porque, hasta ahora, ha sido la humanidad la que ha tenido que educar a la iglesia y esto es vergonzoso"(El sueño de la restauración)
                Algunos lamentos de Ropero también van en este sentido: "Desgraciadamente, - dice  - el mundo evangélico en su generalidad, ha perdido la conciencia y el sentido de su significación universal, enredado en polémicas intraeclesiales que no sirven para nada, excepto para agriar el carácter, apagar la luz y hacer insípida su sal... La urgencia de esta hora para el pensamiento evangélico es volver a la significación universal primigenia que no se agota en la universalidad étnica, racial o política, entendida estrechamente como individuos susceptibles de ser convertidos, sino significación universal que supone tomar conciencia del plan eterno de Dios revelado en Cristo, que incluye la filosofía y las ciencias humanas, la cultura y el sentimiento religioso. La sabiduría de Dios que da vida sin provocar muerte, que ilumina sin ensombrecer, que carga sobre si la maldición de la ley para integrar todo en una ley superior: la del amor.
            Quedan, pues, claros los propósitos de Ropero en esta obra, que va mas allá de una mera relación de teoremas. Desde nuestra propia experiencia y pensamiento debemos saber dar razón de nuestra fe al hombre de hoy. FILOSOFIA CRISTIANA nos ayuda a evolucionar, a entender las verdades conquistadas y, sobre todo, a entender, razonando, lo que el ser humano descubre de su sentido existencial, y de Dios: "Porque Dios que mandó de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (2ª Cort. 4:6 ).  Cada conquista traerá nuevos problemas, pero cuya solución ampliará nuestra visión de Dios.

            Tenemos ante nosotros un trabajo espléndido de recopilación de lo mas florido de la filosofía cristiana, en perfecto discurrir histórico y en riguroso entendimiento y aproximación al sentido de cada filósofo. Tres elementos quiero destacar reiterativamente como distintivos de esta obra. En primer lugar, presentar la obra en momentos o tiempos cairóticos, con lo que se consigue un mejor discernimiento de la evolución de la especulación. En segundo lugar, la biografía, ( encubierta en algún caso), que se hace de cada autor, contextualizándola al propósito pedagógico. En tercer lugar, la cita o citas - en ocasiones extensas - extraídas de cada autor, poniéndonos en contacto con su dialéctica.

            El conocimiento que Ropero tiene de la filosofía española, aunque dicha filosofía no represente un acervo importante en el contexto universal,  tiene un lugar destacado en aquellos momentos que ésta tiene algo que decir.  Todos los filósofos representados están a la altura de los mas proclamados y tienen numerosas aportaciones originales. Tanto RAIMUNDO LULIO, como ORTEGA Y GASSET, UNAMUNO o ZUBIRI, v.g., Ropero nos trae interesantísimas aproximaciones de cada pensador, envueltos en el toque personal del conocimiento exhaustivo de cada uno de ellos. De alguna manera la admiración por Ortega y Gasset se deja entrever, cuando hace que el florecimiento filosófico del siglo XX en España, arranque de él y vincule a su influjo, una serie de filósofos madurados  en lo que se ha llamado "un tiempo de silencio".
Pero si característico es el toque personal que Ropero da a la filosofía española, no es menos intencionado el desarrollo del pensamiento de PAUL TILLICH. Tillich intenta integrar filosofía y teología desde el protestantismo y aporta una metodología llamada "método de correlación". De los muchos puntos de vista que difieren entre sí, Tillich encuentra simpatías en algunos, y  siempre, algo bueno en todos ellos. Si BULTMANN desmitologizaba la Biblia, Tillich cree que los mitos son también lenguaje de la fe, pero no por ello deja de hacer una crítica al biblicismo neo-ortodoxo, quien presenta la Biblia - por ejemplo - como la única fuente de la teología. "La génesis de la Biblia es un acontecimiento de la historia de la iglesia, un acontecimiento que se produjo en una etapa relativamente tardía de la iglesia primitiva."

            Termina diciendo Ropero: "La filosofía es muchas cosas, y una de ellas, quizás la mas importante, su historia. La historia de la filosofía es verdadera filosofía. Por eso el método que aquí hemos adoptado para introducirnos en la filosofía cristiana obedece a un plan intrínseco de la naturaleza filosófica: su discurrir temporal, su ser histórico." Ciertamente hemos aprendido de historia y de filosofía con este libro de FILOSOFIA CRISTIANA. Esperamos que esta visión personalizada de Ropero, nos ayude a entender o conocer mejor, no solo el complicado laberinto del pensamiento que busca su sentido existencial, o a un Dios que se muestra y revela mas allá de la Biblia y de los hechos de la creación, sino también al hombre integral "corona de la creación" y objeto de su sentido.

                                                                                               Manuel de León. 2004

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