sábado, 22 de diciembre de 2018

Los místicos en la encrucijada actual.








Número 39 - 8 de junio, 2004
Dice el germanista Alois Maria Haas, el máximo experto en literatura mística europea, que en épocas de crisis se desarrollan las experiencias místicas. El siglo XXI es un siglo de encrucijada, de crisis, de dilemas que buscan salidas a los cambios bruscos de una sociedad que acaba de encontrarse con la técnica y la ciencia, las máquinas y los robots, la imagen y el sonido penetrando en todos los lugares. Y cuando pienso en estas cosas, siempre cuento la historia del “trillo” cuya existencia es de muchos miles de años y que es citado en varias partes de la Biblia.

El trillo es una gruesa tabla con piedras cortantes para machacar y moler y separar la paja del trigo. Yo he trillado en la “era” muchos años, pero ahora los agricultores se montan en la cosechadora que lleva aire acondicionado, televisión y cascos con música digital, y no pasan los calores ni el cansancio que yo pasé. En cincuenta años, el “trillo” milenario, ha pasado al recuerdo de nunca ya mas y el hombre cree haber encontrado en el paraíso de las tecnologías la solución de sus problemas.

Sin embargo la realidad es otra, porque la misma tecnología también le agobia. Las noticias que se producen en un mundo injusto, violento y sin misericordia, le revolotean como siniestros pájaros de mal agüero y turban el descanso del corazón. Los desequilibrios de este mundo, la cruda realidad de riadas humanas que ya no se enjugan las lágrimas porque ni siquiera eso tienen, de alguna manera afecta al hombre de hoy y le hace volver a la mística. Es un tiempo en el que las religiones están apareciendo como hongos, pero no tienen mas trascendencia que la religión Maradoniana, como adoradores del ídolo caído Maradona. Nombres como la Iglesia de la Diversión de Chicago, no dejan de ser más que un neopaganismo.

La mística es una búsqueda del rostro de Dios, del conocimiento o intuición de Dios , y está ligada a una práctica interior del misterio religioso que va mas allá de la dogmática y de los mismos textos bíblicos. Es un esconderse de la realidad para experimentar lo divino y lo santo desde el propio esfuerzo personal. Para el místico de la Edad Media, Dios era inteligencia pura y por tanto el espíritu del místico tenía que hallarse inmóvil frente a todo lo que sucediera alrededor, ya fuese agradable ( como alabanzas y honores) o dolorosos( como los oprobios y las maldades). Tenía que ser como una montaña de plomo ante el soplo del viento decía el Maestro Eckart (1260-1328).

Se dice en algunos escritos que el misticismo tuvo también representación en la teología protestante, especialmente entre los anabaptistas y los cuáqueros. Pero solo diríamos que en la teología relacionada con la comunidad de bienes, porque los mismos iluminados protestantes como Juan de Valdés, tienen una visión bíblica de Dios y cuando no lo entienden dicen honradamente que no lo entienden. Del mismo modo el trabajo es entendido como oración y la oración como trabajo, concepción muy contraria al quietismo o la oración mística. Ellos no eran buscadores de experiencias espirituales, ni de dones especiales. Hoy, sin embargo, los místicos buscan nuevas experiencias como lo expresa Goitisolo en “El pájaro solitario”para mezclar el vino con la saliva del Amado. Dice “Bébelo puro o mézclalo con la saliva del Amado” porque cualquier otra mixtura sería sacrilegio.

Las nuevas místicas, como en tiempos de Lutero y de algunas denominaciones protestantes después, se están fundamentando en el sentimiento intenso que intuye la voluntad de Dios. Se tienen visiones cuando el Espíritu Santo sopla, pero el soplo y la visión están llenos de más carga afectiva que intelectual, sin escudriñar si están más tocados por la locura y el hipertiroidismo que por el conocimiento bíblico. La riada de congregaciones con nombres extraños responden más a esta nueva mística del sentimiento y de la experiencia personal y única, que a la gran teología que provocó la Reforma y de cuyo pensamiento nació la modernidad. ¿Podrá provocar esta neomística un cambio parecido en el mundo actual? 
Manuel de León es escritor, historiador, y director de "Vínculo"
(revista de las Iglesias de Cristo de España).

© M. de León, Asturias, España

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