Septiembre 2003
Contextos de conversión,
cambio económico y cultural del protestantismo gitano en la Baja Andalucía
es una aportación de la universidad de Sevilla bajo la dirección de la doctora
Manuela Cantón, cuyas investigaciones comenzaron en 1998. El trabajo se ubica
en Andalucía pero podríamos considerar
extensivo este análisis a toda España. Es uno de los pocos trabajos
sobre el protestantismo, mientras existen infinidad de libros estudiando el
nacional-catolicismo y la transición religiosa que, aunque algunos consideremos
no realizada aún dicha transición, dio lugar a la ley de Libertad religiosa y
posteriormente a los Acuerdos con el Estado. La glosolalia o el don de hablar
en lenguas desconocidas, en este estudio, es colocado como un elemento
productor de la identidad étnica gitana y el cambio cultural. Sin embargo, en
lo que conocemos del pueblo gitano, la identidad étnica está producida por
otros componentes tradicionales, los mercadillos, chatarrería, etc. como medios
de vida, y sin duda por los cultos evangélicos, pero no exclusivamente por la
glosolalia.
Ignacio R. Mena Cabezas autor de un mesurado
articulo publicado en Gaceta Antropológica, dice que trata de focalizar su
estudio en el don de lenguas y en la liberación de espíritus, como “un nuevo
agente en competencia por el control de la manipulación simbólica de las
conductas, las visiones del mundo, el cuidado del cuerpo y las almas”. Reconoce
el autor que los gitanos han sido siempre un colectivo marginado, estigmatizado
y que sufre el racismo, aunque se vean detalles y gestos políticos por parte
del Estado que son mas un deseo de integración y trato de asistencialismo
paternalista, que una verdadera política de aceptar las diferencias gitanas. Creo,
personalmente, que el movimiento evangélico gitano ha prosperado en España porque el catolicismo lo abandonó,
como, así mismo, las grandes obras sociales evangélicas enfocadas a la
rehabilitación de los drogadictos y marginados han tenido este éxito popular,
porque el catolicismo dejó estos trabajos mas indeseables. Donde los
evangélicos hemos tenido puertas abiertas, allí hemos realizado una buena labor
evangelizadora y filantrópica.
Todos estamos de acuerdo en que el pentecostalismo tiene
unos componentes de espontaneidad afectiva, de libertad de los cultos, de
sensualidad emotiva y de participación personal que combinan muy bien con la
idiosincrasia gitana. De la misma manera, diríamos que la glosolalia y la
liberación de espíritus encaja mejor en su espíritu supersticioso y agorero.
Sin embargo, no estamos muy de acuerdo con el estudio cuando afirma que el
mismo pentecostalismo estigmatiza al movimiento gitano, siendo hostil a la
autonomía que este practica respecto al pentecostalismo “payo”. Desde el protestantismo
español no creemos en esa autonomía religiosa, porque en cualquier acto
interdenominacional y al que hayan sido
invitados los evangélicos gitanos, encontramos respuesta amplia y positiva. Si
queremos una integración y una convivencia positiva del pueblo gitano entre los
evangélicos payos, hemos de dejarlos a “ su aire” y a medida que nos conozcamos
más, tendremos una fraternidad mas afín.
Dice el excelente estudio de Ignacio Mena, que si bien la
glosolalia es una manifestación aparentemente libre e individual, sin que se ejerza un control por parte del
pastor, en la liberación de espíritus y exorcismos son los pastores y ancianos
de la iglesia los que discriminan y disciernen con cautela esta práctica.
Citando a P. Sanchiz en Religión y Cultura, Sevilla, Consejería de
Cultura, vol. 1: 385-394 “es importante señalar que mientras el don de lenguas
no requiere de rituales específicos más allá de la propia dinámica emotiva y
espiritual de las oraciones, coros y alabanzas de los cultos, la liberación de
espíritus transcurre en momentos excepcionales y específicos, normalmente
asociada a rituales de "sanación" o curación milagrosa”
En este aspecto hemos de denunciar determinadas prácticas
semiprivadas o públicas que ejercen un férreo control psicológico sobre “los
aleluyas” mas susceptibles y sin una fundamentación bíblica. Los discursos
subliminales, el continuo abuso de la sanación, (porque todos los días tenemos
algún dolor nuevo), está haciendo girar los cultos sobre fundamentos mas
médicos que bíblicos, convirtiendo a Dios en
el “tapaagujeros” que decía
Bonhöffer.
No puedo dejar de citar la sensación que saca este
antropólogo del pentecostalismo gitano: “La metodología de salvación que supone
el renacimiento personal se orienta también a la ética del trabajo, a las
relaciones sociales y a la vida cotidiana. En el caso de los conversos gitanos
la nueva ética del trabajo afecta de lleno a un sistema económico basado en
relaciones de correspondencia con el sistema de parentesco: participación en las
estrategias productivas de toda la unidad doméstica y cooperación coyuntural
entre parientes. Las actividades fundamentales son la venta ambulante y
actividades alternativas o subalternas como temporeros agrícolas y recogida de
productos de reciclaje urbano. En todas ellas el pentecostalismo promueve la
honestidad en el trabajo, el cálculo "racional" de las inversiones,
evitar gastos en alcohol, tabaco, juegos o fiestas. Al mismo tiempo se rechazan
actividades conflictivas con el entorno social gitano o payo, como drogas,
hurtos, fraudes,etc. Todo ello resulta de suma importancia si tenemos en cuenta
los contextos de exclusión social en los que residen muchos de los gitanos
conversos: barrios sin apenas infraestructura urbana, pobreza, analfabetismo,
problemas derivados de las drogas: delincuencia, mafias, enfermedades,
etc.” ¡Bien por el pueblo gitano, pero
aún lo soñamos mejor!.
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