PALADINES DEL EVANGELIO EN ASTURIAS
Por Rubén Fernández.
SANTIANES.
El cura sacó una pistola del 9 corto que tenía debajo de la sotana y se la puso
en el pecho al pastor protestante D. RAMÓN BLANCO SORDO, diciendo:
“ No quiero hablar más. Este es el
argumento que voy a utilizar con usted”,- y todo porque aproximadamente por el
año 1950, don Ramón, mientras hacía obra social y ponía inyecciones a una
persona joven, vecina del pueblo, que estaba muriendo de tuberculosis, le daba
testimonio de Cristo hablándole de la paz y del consuelo que sólo El puede dar.
Le entregaba también folletos con el mismo mensaje. El pastor evangélico era
vecino con arraigo en la misma aldea y la familia de la enferma lo soportaba
mientras necesitaron de él. Pero una vez que la mujer murió, para congraciarse
con el cura y quitarse el estigma de haber tenido un protestante en su casa;
llevaron aquellos folletos al sacerdote, que con la valentía y la razón que
otorga una pistola, le dijo al señor Blanco:
“Oiga; no estoy dispuesto a permitir que
continúe haciendo esta labor”.- El pastor Blanco replico:
“¡Hombre don Melchor (que así se llamaba
el clérigo), la gente necesita oír del Evangelio!”-
-“Para eso estamos nosotros”-...y continuó amenazando en el arma. El pastor
Blanco le dijo que podía disparar porque él continuaría anunciando las Buenas
Nuevas de Jesucristo. Y le reprochó al cura que lo que estaba haciendo no era
conforme a la enseñanza de Cristo. Con ello, el cura miró alrededor por su
alguien le había visto y salió corriendo.
El incidente tenía lugar en Santianes, Ribadesella (Asturias), donde don
José Ramón Blanco Sordo había nacido un 27 de Mayo de 1915. En 1940 fue a Cuba
y allí, espiritualmente hablando nació de nuevo en Febrero de 1941, en Pinar
del Río. De inmediato pensó en su tierra querida y en sus familiares
necesitados de oír el mensaje del Evangelio de Jesucristo. Con decisión y
entusiasmo rebosante llegó a su aldea y sin dilación se entregó a la proclamación
del mensaje de la Palabra de Dios. Junto con su esposa dedicaron sus vidas para
anunciar que Cristo ofrece gratuitamente, para quien lo quiera aceptar, el Agua
de Vida.
LA MADRINA.
Una de las muchas personas que vinieron a Cristo por el ministerio del
matrimonio Blanco fue la “Madrina”, una anciana tía de don Ramón. Cuando ésta
murió en Enero, creemos que del año 1055, el sacerdote católico romano de
Ribadesella no estaba dispuesto a que fiera enterrada en el cementerio de la
villa como don Ramón reclamaba (no había cementerio civil en Santianes) ya que
ella había fallecido en la fe cristiana evangélica -vulgo protestante-.
El cura no quería permitir que en su parroquia hubiese lugar a un entierro
protestante y ordenaba que fuera enterrada en el cementerio católico y por el
mismo rito.
Las autoridades religiosas disponían con
arrogancia de ilimitado poder y se encargaban de que ninguna autoridad civil,
incluyendo el Juez y el Gobernador, cambiaran las cosas dispuestas por la
iglesia romana. Así el Alcalde dice a don Ramón Blanco:
“Mañana por la mañana iremos a enterrar
el cuerpo aun si tenemos que disparar y pasar por encima de otros cadáveres”-.
Toda la noche un buen número de
creyentes cristianos evangélicos habían estado haciendo guardia en la casa y a
la vez ser testigos de los acontecimientos. Ya entrado el día observan una
variopinto procesión con reminiscencias de la Inquisición.
Allí, efectivamente, se presenta el Alcalde, el Teniente Alcalde, toda la
corporación de los concejales. Un capitán, un sargento y dos números de
la Guardia Civil. También el Juez, el Secretario. Toda la oficialidad de
Ribadesella estaba a allí aquel día. Y por supuesto también el sacerdote,
instigador de todo.
Esgrimen armas, amenazan, pretenden entrar, hacen ademanes de derribar la
puerta. Don Ramón les dice que sin mandato judicial no les permite pasar ni
llevarse el cuerpo. Por lo que más tarde traen el mandato basado en testimonios
falsos del capitán de la Guardia Civil y del mismo sacerdote. Así que por la
fuerza, con mentiras y atropellando conciencias, sin respeto ninguno enterraron
con la bendición del romanismo en el cementerio de Santianes a la “Madrina” a
quien llegó a conocer quien esto escribe.
Pero el celo de los queridos hermanos Blanco por predicar el Evangelio leshacía
más decididos, sostenidos por la gracia y el poder de Dios. Aunque no les
faltaron asechanzas sin fin; teniendo que enfrentarse a amenazas de bombas, a
intentos de ser tirados del tren en marcha por testificar de Cristo durante el
trayecto. Su cara era apedreada. En el pórtico de la misma aparecían muñecos
llenos de alfileres. Tenían que soportar la persecución policial. Sña. Esther
sufrió un atentado que pretendía tirarla al mar por un acantilado, siendo
rescatada “in extremis” por un vecino algo más sensato.
Una pareja de creyentes de la iglesia en Santianes hubieron de esperar nueve
años para poder contraer matrimonio, después de pasar su expediente por el
juzgado de paz, por el de instrucción y finalmente por la sala 4ª del Supremo.
Entonces Manuel Capín y Pilar se pudieron casar cuando el fallo favorable vino
en el año 1962.
Ante la adversas circunstancias, don Ramón solía decir:
“ Yo estoy en las manos del Señor y he
de dar testimonio de El aquí y allá y, donde sea. Y si Dios permite que me
maten, pues gloria sea al Señor; es un testimonio más que va en contra de
ellos. Pero y creo que el Señor me guardará”.
OVIEDO.
La Iglesia Protestante del Naranco.
Después de varios años de ministerio en Santianes (Ribadesella), la familia
Blanco se traslada definitivamente a Oviedo. No sin antes dejar establecida una
congregación en Santianes, compuesta de creyentes procedentes de varios lugares
y aldeas de la comarca, incluyendo a Collera , pueblo donde los hermanos Blanco
habían establecido contacto con los padres del que hace este relato cuando contaba
tres años de edad. Esta familia era la única evangélica (protestante) entre los
varios pueblos de los alrededores. Eran los años 1948 y siguientes...
D. Ramón y Dña. Esther Blanco arraigan en Oviedo sobre el año 1955. De
inmediato se entregan a la predicación del mensaje del Evangelio. No había otra
iglesia evangélica en la ciudad y comienzan a tener reuniones en su casa de la
entonces calle José Rodríguez, 27 en la Ciudad Naranco. Aquello supuso una
tremenda conmoción en la capital del Principado. Y la “Iglesia Protestante del
Naranco” fue muy notoria. Las reacciones del Catolicismo Romano no se hicieron
esperar y siguieron persecuciones, desprecios, rechazos y atropellos. No había
entonces libertad religiosa y los cristianos evangélicos no teníamos derechos,
éramos considerados unos herejes. Pero la gracia y el poder de Dios sostuvo a
sus hijos como siempre ha ocurrido en la historia de la Iglesia de Cristo.
De aquellas reuniones semiclandestinas surgieron un buen número de creyentes.
Los primeros fueron la familia Santamarta. Nuestro hermano don Roque Santamarta
ya en la presencia gloriosa del Señor y su lija Carmen, quien hoy día forma
parte de la iglesia. Ambos fueron los primeros bautizados de la iglesia en
Oviedo. Pronto creyeron otras almas que aún perduran entre nosotros, como el
hermano José Mª Hurtado y la familia Pena de Rioturbio. A éstos nos referiremos
más adelante.
DOS SACERDOTES CATÓLICOS SE CONVIERTEN A
CRISTO.
Como consecuencia del ministerio infatigable de la familia Blanco, y ahora ya
también de un buen número de creyentes; dos sacerdotes católicos se convierten
al Evangelio y abandonan la Iglesia
Romana
Uno de ellos es Enrique Fernández quien era cura en La Felguera, graduado en
Humanidades, Filosofía y Teología del Seminario Metropolitano de Oviedo.
Alrededor del año 1960 apostata del romanismo y abraza el Evangelio de
Jesucristo. Obviamente tubo que marcharse de Asturias.
Pero fue por el año 1962 cuando el catolicismo asturiano experimentó otra
tremenda sacudida. Porque inesperadamente (para el mundo católico) don Celso
Muñiz, padre espiritual del Seminario de Oviedo y profesor del mismo centro,
confesor de confesores, director espiritual de retiros en Covadonga. A quien
los seminaristas llamaban “San Celso” dado su espiritualidad; se convierte a
Cristo y ha de abandonar con urgencia la Iglesia Católica. Se dice que a
consecuencia del hecho, el Arzobispo de Oviedo dimitió.
Ambos sacerdotes se entrevistaban en secreto o de incógnito con don Ramón
Blanco hablando durante horas y hasta noches enteras acerca del Evangelio tal
como nos lo revela las sagradas Escrituras. Los dos ex-sacerdotes ejercen en la
actualidad su ministerio dentro de la iglesia cristiana evangélica en otros
países.
El Señor bendecía su iglesia en Oviedo y el Evangelio era proclamado con el
poder del Espíritu Santo, así la iglesia se fortalecía y se desarrollaba.
Muchas almas venían en contacto con el refrescante mensaje de la Sagrada
Escritura y unas permanecían y otras abandonaban motivado por el ambiente
hostil de la sociedad y los antagonismos de familiares y amistades.
El hermano José Mª Hurtado nos relata en la actualidad como era la situación de
aquel tiempo, mediante sus experiencias personales. La iglesia protestante del
Naranco estaba situada en el domicilio particular de los hermanos Blanco, la
calle que hoy se denomina Torrecerredo núm 37, cuya casa todavía permanece. El
colegio Loyola que se encuentra próximo contaba por el año 1962 ó 1963 con un
capellán llamado D. Marcelino, quien cuando se enteró que Hurtado tenía una
Biblia en el escaparate de la “Peluquería Pichi”, y que asistía a las reuniones
“protestantes” ordenó que todos los niños que del citado colegio acudían allí
para cortarse el pelo dejaran de hacerlo. El resultado fue que muy contadas
personas de la vecindad se atrevían a usar los servicios de un peluquero
protestante. Por lo que nuestro hermano, se vio en la necesidad de emigrar a
extranjero para trabajar.
RIOTURBIO,(Mieres) Y MOREDA
Ya por aquellos años D. Ramón y Dña. Esther Blanco tienen la visión de extender
el mensaje del Evangelio por otras latitudes de la provincia y así surgen
contactos en la Cuenca del Caudal. De donde proceden los hermanos Pena
que también hoy permanecen entre nosotros. De sus experiencias también
obtenemos idea de lo que era vivir como cristianos evangélicos en medio de una
sociedad fanática y ciega espiritualmente. Era el año 1964 cuando en la
sala-comedor del hogar de estos creyentes, calle G, portal 4 - 1ª Dcha. en
Rioturbio (Mieres), nos encontrábamos un domingo por la mañana reunidos en
culto para alabar a Dios y participar de la Mesa del Señor. Mientras que el
obrero Rubén Fernández (quien aquel mismo año había llegado para hacerse cargo
de la obra), procedía a la distribución de los emblemas del pan y del vino;
inesperadamente se oyen en la puerta unos toques urgentes y fuertes, cuando se
abre penetran al interior un sargento y un número de la Guardia Civil que sin
respetar nada ordenan y exigen que aquella reunión debe interrumpirse por ser
ilegal y llevan al cuartel para declarar al inquilino de la casa, hermano Pena;
a D. Ramón Blanco y a Rubén Fernández.
Así compelidos vamos con los guardas pero se nos une D. Luis, el cura del
lugar quien nos esperaba abajo en la calle y orgulloso y triunfante dirige la
“comitiva” hasta el puesto de las autoridades donde se nos toma declaración y
como a maleantes se toman nuestras huellas.
Antes de concluir todas estas diligencias el sacerdote, instigador de
todo como casi siempre, ya se había ido. Una vez libres de la presencia del
“valiente” cura, los mandos del cuartel de la Guardia Civil, se deshacen en
disculpas con nosotros. Todavía se intentó privar de la vivienda a la familia
Pena pero el Señor no lo permitió.
D. Ramón y su esposa eran incansables en la evangelización y de ello habían
hecho la misión de su vida. Por lo que también se establecen reuniones
periódicas en Moreda. Una moto Vespa era el vehículo utilizado para el
transporte. Primero comienzan a reunirse en la casa de una tía de Rubén
Fernández. Más tarde en el hogar de otra familia de creyentes que surgió allí.
Esta última familia se traslada a residir a Madrid y como ya los hermanos
Blanco se habían fijado la capital del país como el próximo lugar de su
ministerio, comienzan con ellos otra nueva iglesia allí, calle Pelícano (Carabanchel
Bajo). Iglesia que también daría mucho fruto.
Los primeros años de la década de los sesenta fueron, pues, años de prosperidad
espiritual para la “Iglesia protestante del Naranco” como popularmente era
conocida en la ciudad. Y una vez ya establecida, los hermanos Blanco fundadores
de la misma, sintieron, como ya queda reflejado, que el señor los dirigía a
servirle en la capital del país. Fue también época de cambios internos para la
congregación.
En Mayo de 1964 llega a la iglesia como obrero un chaval con 19 años y un día
de edad, procedente del seminario en Inglaterra; el actual pastor de la misma.
El 8 de Noviembre de 1964 es ordenado por la iglesia para el ministerio, la
imposición de manos fue hecha por el pastor D. Ramón Blanco, Dña. Esther de
Blanco, la misionera Frances Schultz, D. Roque Santamarta, D. José Mª Hurtado y
el Rev. Ronald Anderson. En Junio de 1969 la iglesia, en Asamblea General,
elige como su pastor al hasta entonces co-pastor Rubén Fernández que hoy, 28
años después, continua en ese ministerio.
Son muchas las experiencias que se podrían relatar referidas a la vida y
ministerio de nuestros hermanos Blanco, consagrados y fieles a la causa del
Evangelio en Asturias. La pregunta surge imperativa: ¿Dónde estaríamos nosotros
hoy, espiritualmente hablando, si no hubiera sido por esta familia que abriendo
su hogar se entregó con paciencia y pasión al anuncio del bíblico mensaje del
evangelio de Jesucristo? ¿Existiríamos como iglesia? ¡Damos gracias al señor
por ellos!
Al igual, sin duda, que lo hace la familia Collia. El hermano D. José M. Collía
asistió por primera vez al culto en Santianes con ocasión del entierro de la
“Madrina”, allá por el año 1955 acontecimientos que ya se relataron. Donde se
refiere que fue el sacerdote católico iniciador de toda la oposición; don
Melchor se llamaba el clérigo.
Cuando nuestro hermano don Ramón Blanco relataba algunas de estas vivencias en
nuestra iglesia, entonces sita en la calle Manuel de Falla (Pumarín), el 11 de
Septiembre de 1983; citaba a Rm. 8:28 “Sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien”. Y añadía:
“ Lo precioso es ver como el Señor puede usar a cualquiera, y digo a cualquiera
porque si me ha usado a mí, yo me considero inútil, si nos ha usado a nosotros,
a mi esposa y a mi, ella tan pequeñita y yo tan grandote pero con tan poco
salero, pues entonces yo creo que puede usar a cualquiera de ustedes para hacer
una obra para él... Así que hermanos míos amados, como decía el apóstol Pablo:
esforzaos en el Señor siempre, no desmayéis porque lo que hacéis para él , no
va a ser en vano”.
El pastor don Ramón Blanco con su familia desarrollaron su ministerio en Madrid
durante 17 años donde permanecieron hasta jubilarse en 1980, pasando a residir
desde entonces en Benidorm (Alicante). Nunca olvidarían a la tierra y las
gentes de Asturias, manteniendo contacto y visitas con la iglesia aquí.
Desde que en Cuba don Ramón se convirtió a Cristo por las palabras del
Evangelio:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, más tenga vida eterna”;
Su pasión por proclamar el mensaje de su Salvador fue constante. Pudiéndosele
adjudicar las palabras del apóstol Pablo:
“¡Ay de mí si no anunciare el
evangelio!” ( 1 Cor. 9:16 ).
Con ese propósito vivió él y su esposa, hasta que el Señor le llamó a su presencia
el 25 de Noviembre de 1988. La despedida terrenal en el Cementerio Nuevo de
Benidorm fue oficiada por el pastor D. Francisco Baena.
Nuestra iglesia estuvo oficialmente representada por los ancianos D. Emilio
Carballo, Dña. Carmen Santamarta y el pastor.
En dicho acto tomaron parte varios siervos de Dios, hijos espirituales de los
hermanos Blanco y que también se formaron como ministros en las iglesias
establecidas por D. Ramón y Dña. Esther: D. Carlos Gómez, casado con Dña.
Yolanda, la única hija del matrimonio Blanco, hoy pastoreando obra pionera en
El Escorial, afiliado a la Federación de Iglesias Evangélicas Independientes de
España, Producto de la iglesia en la calle Pelícano de Madrid; D. Vicente Pena,
hoy pastor de una iglesia en Valencia, afiliada a las Asambleas de Dios,
producto de la iglesia en Rioturbio (Mieres); D. Constantino Justo, pastor en
Alicante de una iglesia afiliada a la Agrupación Evangélica, producto de la
iglesia en Oviedo; D. Manuel Espejo, pastor de una numerosa iglesia, Asamblea
Cristiana, en Jerez de la Frontera, afiliada a la Comunión de Iglesias y
Misiones Evangélicas (CIME), producto de la iglesias en Madrid; D. Rubén
Fernández, pastor de la “Iglesia Evangélica de Oviedo”, afiliada a la CIME,
producto de la iglesia en Santianes. (En su origen y durante muchos años
nuestra comunidad aquí en la capital de Asturias, se denominó “Iglesia Bíblica”).
Todos los siervos de Dios, hoy pastoreando iglesias, que surgieron del
ministerio de los Sres. Blanco desean seguir el ejemplo de sus padres
espirituales y maestros; proclamando a tiempo y fuera de tiempo el Evangelio de
Jesucristo a una sociedad española que ya no tiene iglesia oficial que con su
intolerancia y funesto fanatismo atropelle conciencias, encierre en cárceles,
ejerza persecución a todos los niveles, discrimine en los cementerios, en los
trabajos, en las escuelas y universidades, que avergüence a soldados en el
servicio militar, que clausure iglesias, que multe a pastores y congregaciones,
que pongan un sin fin de dificultades para contraer matrimonio civil. O que
frente al fenómeno de la Iglesia Evangélica, la actitud de la mayor parte de
los católicos españoles y sobre todo de la jerarquía y de los teólogos, fuera
de una suficiencia engreída e hiriente, una actitud peyorativa y
discriminatoria. Ello se explica en parte porque la casi única visión que del
protestantismo tenían los elementos romanistas era la proporcionada por la
Contrareforma y/o el Concilio de Trento.
Por lo que el creyente cristiano evangélico era visto como un hereje, cuya
presencia no se podía tolerar en una sociedad aferrada al principio de una
pretendida unidad religiosa del catolicismo romano. Este concepto negativo ha
prevalecido en la mentalidad española hasta no hace mucho.
Aunque hoy ya no se amenace con pistolas para intentar detener el anuncio del
mensaje cristiano; nuestra sociedad sí que necesita con urgencia conocer que
Jesucristo es la única alternativa válida para la necesidad y los problemas de
los españoles. Por ello el hermano Blanco solía también citar a Romanos 1:16;
“No me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo
aquel que cree”.
Un himno favorito de don Ramón que
cantaba con gozo es:
El oro y la plata no me han redimido, la
entrada en los cielos ni puede comprar; la sangre de Cristo es mi sola
esperanza, su muerte rescate consiguió ganar.
Me redimió mas no con plata; me compró
el Salvador, con oro no más con su sangre, grande precio de Su amor.
Después de una grave enfermedad que le tuvo convaleciente durante muchos meses,
don J. Ramón Blanco Sordo, fue promocionado a la gloria a los 73 años de edad,
donde “estar con Cristo es mucho mejor”. En la lápida su esposa Dña.
Esther, hizo inscribir el texto de 1 Tesalonicenses 4:16-17.
Ambos han sido embajadores, mensajeros, valientes y fieles paladines del
Evangelio en Asturias. ¡Gracias a Dios por ellos!.
CARTA DE DON RAMÓN BLANCO:
Madrid 26-11-1981
Querido hermano De León:
Muchas gracias por su buena carta, con referencias. Si que conozco a su cuñado
Luis, de quien conservo grato recuerdo, especialmente de antes que él se
viniese a Madrid y luego a Valladolid. Mis saludos para él junto con los
mejores deseos en su ministerio. Me alegro mucho de su regreso a Gijón.
Coincidió su llamada telefónica con la visita que con motivo de mi operación me
hizo el pastor de Oviedo, Rubén Fernández, quien me habló muy bien de Vd. Por
todo me place contestar a sus preguntas a continuación.
1.- A- Comencé la obra en Asturias en el
año 43 y en Santianes, testificando y dando clases de cultura general a
chavales entre los cuales el Señor me concedió algún fruto, que sirvió
para que otros se interesaran también.
B.-Conocí al
Señor en Cuba y vine a Asturias por motivos de salud, aunque en mi
conversión ya sentí el peso por mis familiares y compatriotas, a quienes como a
mi les concernía la salvación de sus almas, pero sin oportunidad de conocer a
Juan 3:16 que tanta bendición había traído a mi alma con el perdón, paz y contento
que solo el Señor puede dar con su salvación.
C.- Mi esposa
se unió a mi en esta labor el año 48 y doy gracias al Señor por su fiel
colaboración a lo largo de todo mi ministerio.
2.-
Mis primeros
contactos pastoreando fueron en Oviedo, a donde nos trasladamos en el año 1954
y desde luego fue allí donde vivimos que desarrollamos mas actividad y donde el
Señor nos concedió establecer iglesia, que para su gloria y por su gracia
continua con uno de sus primeros frutos al frente, Rubén Fernández, antes
mencionado, aunque él no fue fruto propiamente de Oviedo, sino de Santianes.
3.-
En cuanto a
métodos, no, no fue la furgoneta. Esta vine a tenerla en año 1966 estando ya en
Madrid. Estando en Santianes teníamos como medio de trasporte una xarret con
caballo y una bicicleta. Luego en Oviedo tuve una vespa primero y luego un
coche del año 36.
Puedo decir que el mejor medio de divulgación fue la visitación y el testimonio
en el parque.
4.-
Madrid y Oviedo fueron
las dos poblaciones donde hicimos mayores esfuerzos, aunque en Asturias
establecimos puntos de misión en Mieres, y Moreda también. En ambos lugares el
Señor nos concedió algunos frutos, aunque los de Moreda trasladaron su
residencia a otras regiones.
5.-
Las iglesias se fueron
formando mediante la obra y dirección del Espíritu Santo con la Palabra
escrita, siendo colaboradores mas directos en la parte humana, primero mi
esposa, siguiendo Fernando Borbolla (quien en el año 1961 se apartó de la
iglesia, no del Señor) José María Hurtado, Rubén Fernández, Constantino
Justo, Carlos Gómez, etc. La Iglesia
de los Hermanos en Gijón, también colaboró con nosotros, especialmente hasta
que nos mudamos a Oviedo.
6.-
Mi esposa había pastoreado
ya las iglesias en América con seis años mas de obra misionera en Cuba, obra
que comenzamos los dos, pero que yo bien pronto tuve que abandonar, regresando
a España por razones de salud. Por mi parte no tenía experiencia en cuanto a la
organización de la Iglesia. Como dice el poeta, fue al andar que se fue
haciendo el camino.
En cuanto a enseñanza yo tenía una formación de oídas y mas por el estudio
personal. Lo que si tenía era un gran celo por la causa del Señor, que, tanto a
mi esposa como a mi, nos costó pasar hambres y otras necesidades en Cuba y
luego peligro hasta la muerte en varias ocasiones en España. ¡Gloria al Señor
por todo.!
La verdad es que El es fiel para cumplir todas sus promesas, y hoy con 66 y 68
años es una buena prueba que El nos ha guardado, prosperándonos también en lo
material, que en ocasiones hubimos de poner en el altar también.
7.-
Una vez establecida la
obra en Oviedo pensamos en irnos a otro lugar ¿donde?. Nuestra Misión y obra
fueron totalmente interdenominacionales, en el mas completo sentido de la
palabra. Claro está dentro de la base del nuevo nacimiento. Por esta
razón nos ha tocado sufrir incomprensiones y aprovechamiento de otros,
ocasionándonos bastantes pérdidas de miembros. Comprendo que el móvil de los
que así obraron lo hicieron creyendo hacer bien. Estabamos solitos. A veces
teníamos que viajar a Madrid, para tratar con autoridades por asuntos de la
Iglesia ( estuvimos nueve años pendientes de la realización de un matrimonio,
que dio tres vueltas, juzgado comarcal, instrucción y sala cuarta del Supremo).
tres veces por cada uno. Por otra parte Madrid era un centro muy importante y
con mucha necesidad. Era el sector que nosotros elegimos, Carabanchel, se han
establecido posteriormente seis iglesias mas. Esperamos también que la Misión
al serles mas asequible el llegar hasta nosotros, que se interesarían mas
por España y mandarían mas misioneros.
Teníamos pendientes también la educación de nuestra hija, Yolanda, que por
haber pasado dos años en América, estaba introducida en la enseñanza de aquel
país (U.S.A.) y que en Madrid podía continuar en el mismo plan de estudiar y
gratuitamente, como ciudadana americana e hija de misionera americana también. Se
trataba de la escuela americana para los hijos de militares de la base.
Hubo también la consideración, y esto como un reto, del peligro atómico para
Madrid por el hecho de tener la base tan cerca, cosa que se comentaba mucho
entonces, aireado por Rusia, para promover la protesta. Para mi
pesaban las almas que podían perecer sin Cristo por no haber oído Juan 3:16
Si, nuestro ministerio interdenominacional y tan solitario no fue cosa
facil y con dolorosas experiencias; pero viendo ahora el fruto que el
buen Señor nos ha concedido, ¡gloria a El por todo! estamos muy contentos y
agradecidos, sintiendo que no he aprovechado mas las oportunidades.
Fueron diez los obreros del Señor que hemos visto salir de nuestros grupos (con
la Misión solo han quedado dos). Desde la Iglesia en Pelicano 26, Madrid, se
han comenzado obras que continúan prosperas en Mostoles, Parque de Lisboa,
Jerez de la Frontera, Sevilla y Villamartín.
El año pasado nosotros renunciamos a la misión y este año en el pastoreado de
Madrid también. Los que nos han reemplazado son misioneros de la Iglesia
Nazarena, denominación bastante fuerte en América, muy similares en doctrina
excepto lo de “inter”. Esta misión viene con verdadero interés y posibilidades
de hacer obra en España. Están bastante extendidos en Europa ya, especialmente
en Inglaterra y Suiza, donde tienen sendos Institutos Bíblicos. La obra en
Alemania esta bien establecida también. Tienen en otros paises europeos y
del oriente Medio.
No sabemos ahora de nuestro futuro, oramos al Señor para que el Señor nos
dirija de modo que El sea servido de la mejor manera en el resto de nuestra
vida.
Con la operación se me acentuó mi temblar de pulso, por lo que comencé como un
borrador para que mi esposa la transcribiera ya que no tengo máquina aquí para
hacerlo. Pero ha resultado tan extensa que si espero a mi esposa, nunca llegará
a Vd., así que, con sentimiento mío y el perdón por anticipado que le pido, le
voy a enviar este borrador. Espero que pueda descifrarlo. Gracias por su
comprensión. Que el Señor le bendiga. Con amor cristiano, suyo. RAMÓN
BLANCO.
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