Introducción a la Filosofía. Su historia en relación con la teología. (Prólogo)
de
ALFONSO
ROPERO.
Es
para mi un honor presentar esta obra de Alfonso Ropero, para quien ha
representado un enorme esfuerzo de síntesis su ejecución, pese al gran
conocimiento del devenir filosófico cristiano que el autor posee. No hay
excesivas obras de "filosofía cristiana", y los tratados sobre la
"historia de la filosofía" suelen pasar de largo y considerar la
especulación producida por el cristianismo, objeto de otro estudio. Así pues,
mucho del trabajo de abreviación y compendio, es producto original del autor,
tras largas y abundantes lecturas. Si ya en su obra magna "Filosofía y cristianismo" el autor había repensado y
ensayado con erudición temas filosóficos cristianos, en FILOSOFÍA CRISTIANA nos
muestra la génesis y el desarrollo de un campo mas basto del que a primera
vista parece.
El presente trabajo de Alfonso
Ropero representa, pues, un empeño prolífico
para compendiar veinte siglos de pensamiento cristiano. El método y el criterio
seguidos es, en la mayoría de los casos, extraer lo mas lúcido del sistema
filosófico de cada momento histórico y desarrollar la filosofía perenne de cada
autor destacado. Un estudio razonado y crítico como este, puede tener algún
olvido pero solo en aras de destacar la justificación filosófica y aportaciones
fundamentales de cada autor, por encima de una mera relación de afirmaciones.
Es interesante destacar que Ropero
en esta actitud ecléctica, tiene también
otra disposición mas pedagógica, enlazando, en ocasiones, sistemas
antiguos con otros nuevos, destacando lo novedoso y acercando la filosofía a la vida cristiana. Por eso, las largas
citas de los filósofos, no suelen ser solamente un acercamiento a la dialéctica
del discurrir, sino que son reflexiones para la vida. El hombre que comprende
el significado de las preguntas que se hacía, ilumina su ser, y aquellas
curiosidades y sentimientos indefinidos, se plasman, no en formularios
teoréticos, sino en vida.
Alguien nos dirá: "Cristo es la
Verdad y la Vida, ¿para qué la filosofía? ¿para qué recorrer los vericuetos de
un pensamiento lleno de años, inestable y lleno de causalidades? Si el final y
la respuesta es Cristo ¿para qué tanto esfuerzo neurológico?" Pues
sencillamente porque el hombre es racional también y como atributo de la
persona humana, la actitud filosófica y científica es siempre racional. Es lo
que Ropero explica, con gran maestría, en la primera parte de esta obra, donde desgrana las paradojas y los
desencuentros entre religión cristiana y filosofía cristiana.
Otra objeción clásica a este tipo de obras, suele
ser el acentuar las incertidumbres y errores de los diversos sistemas
filosóficos - también de los cristianos - afirmando la imposibilidad de
alcanzar la verdad, sumida esta, en un caos de sentencias que impiden todo
progreso del pensamiento humano. Desde el punto de vista cristiano, "la estatura de la plenitud de Cristo"
es una meta o ideal humano supremo y que, como decía el reformador JUAN DE
VALDÉS, va relacionado con la "ciencia
y la experiencia". Es por esto, que todo progreso científico o
filosófico, también va ligado a los errores, porque al darnos razón de cada
significado, de cada opinión o
formulación de tal sistema, entendemos el valor y la aportación a la investigación
de la verdad.
Una frase del ensayista evangélico
asturiano JESÚS NAVA, pone el dedo en la llaga sobre la necesidad de un
pensamiento mas cimentado. "El
bochornoso espectáculo - dice - de un
cristianismo que desprecia el conocimiento, tolera la hipocresía, miente
continuamente contra la razón y olvida su deber de guiar al hombre hacia la
perfección moral y espiritual, es el motivo que me impulsa a denunciar cuantas
supersticiones y fantasías teológicas, han venido a corromperlo, falsearlo, en la
esperanza de que lo esencial y perdurable de su doctrina resplandezca a los
ojos del mundo. Y el que me lleva igualmente a sostener que la Iglesia debería
dejar el lenguaje, los pensamientos y los juicios de la infancia, para empezar
a tomarse en serio su papel de educadora de la humanidad. Porque, hasta ahora,
ha sido la humanidad la que ha tenido que educar a la iglesia y esto es
vergonzoso"(El sueño de la restauración)
Algunos lamentos de Ropero también van en este
sentido: "Desgraciadamente, -
dice - el mundo evangélico en su generalidad, ha perdido la conciencia y el
sentido de su significación universal, enredado en polémicas intraeclesiales
que no sirven para nada, excepto para agriar el carácter, apagar la luz y hacer
insípida su sal... La urgencia de esta hora para el pensamiento evangélico es
volver a la significación universal primigenia que no se agota en la
universalidad étnica, racial o política, entendida estrechamente como
individuos susceptibles de ser convertidos, sino significación universal que
supone tomar conciencia del plan eterno de Dios revelado en Cristo, que incluye
la filosofía y las ciencias humanas, la cultura y el sentimiento religioso. La
sabiduría de Dios que da vida sin provocar muerte, que ilumina sin ensombrecer,
que carga sobre si la maldición de la ley para integrar todo en una ley
superior: la del amor.
Quedan, pues, claros los propósitos
de Ropero en esta obra, que va mas allá de una mera relación de teoremas. Desde
nuestra propia experiencia y pensamiento debemos saber dar razón de nuestra fe
al hombre de hoy. FILOSOFIA CRISTIANA nos ayuda a evolucionar, a entender las
verdades conquistadas y, sobre todo, a entender, razonando, lo que el ser
humano descubre de su sentido existencial, y de Dios: "Porque Dios que mandó de las tinieblas resplandeciese la luz, es
el que resplandeció en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de
la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (2ª Cort. 4:6 ). Cada conquista traerá nuevos problemas, pero
cuya solución ampliará nuestra visión de Dios.
Tenemos ante nosotros un trabajo
espléndido de recopilación de lo mas florido de la filosofía cristiana, en
perfecto discurrir histórico y en riguroso entendimiento y aproximación al
sentido de cada filósofo. Tres elementos quiero destacar reiterativamente como
distintivos de esta obra. En primer lugar, presentar la obra en momentos o
tiempos cairóticos, con lo que se consigue un mejor discernimiento de la
evolución de la especulación. En segundo lugar, la biografía, ( encubierta en
algún caso), que se hace de cada autor, contextualizándola al propósito
pedagógico. En tercer lugar, la cita o citas - en ocasiones extensas -
extraídas de cada autor, poniéndonos en contacto con su dialéctica.
El conocimiento que Ropero tiene de
la filosofía española, aunque dicha
filosofía no represente un acervo importante en el contexto universal, tiene un lugar destacado en aquellos momentos
que ésta tiene algo que decir. Todos los
filósofos representados están a la altura de los mas proclamados y tienen numerosas
aportaciones originales. Tanto RAIMUNDO LULIO, como ORTEGA Y GASSET, UNAMUNO o
ZUBIRI, v.g., Ropero nos trae interesantísimas aproximaciones de cada pensador,
envueltos en el toque personal del conocimiento exhaustivo de cada uno de
ellos. De alguna manera la admiración por Ortega y Gasset se deja entrever,
cuando hace que el florecimiento filosófico del siglo XX en España, arranque de
él y vincule a su influjo, una serie de filósofos madurados en lo que se ha llamado "un tiempo de silencio".
Pero si característico es el toque personal que
Ropero da a la filosofía española, no es menos intencionado el desarrollo del
pensamiento de PAUL TILLICH. Tillich intenta integrar filosofía y teología
desde el protestantismo y aporta una metodología llamada "método de
correlación". De los muchos puntos de vista que difieren entre sí, Tillich
encuentra simpatías en algunos, y
siempre, algo bueno en todos ellos. Si BULTMANN desmitologizaba la
Biblia, Tillich cree que los mitos son también lenguaje de la fe, pero no por
ello deja de hacer una crítica al biblicismo neo-ortodoxo, quien presenta la
Biblia - por ejemplo - como la única fuente de la teología. "La génesis de
la Biblia es un acontecimiento de la historia de la iglesia, un acontecimiento
que se produjo en una etapa relativamente tardía de la iglesia primitiva."
Termina diciendo Ropero: "La filosofía es muchas cosas, y una de
ellas, quizás la mas importante, su historia. La historia de la filosofía es
verdadera filosofía. Por eso el método que aquí hemos adoptado para
introducirnos en la filosofía cristiana obedece a un plan intrínseco de la
naturaleza filosófica: su discurrir temporal, su ser histórico."
Ciertamente hemos aprendido de historia y de filosofía con este libro de
FILOSOFIA CRISTIANA. Esperamos que esta visión personalizada de Ropero, nos
ayude a entender o conocer mejor, no solo el complicado laberinto del
pensamiento que busca su sentido existencial, o a un Dios que se muestra y
revela mas allá de la Biblia y de los hechos de la creación, sino también al
hombre integral "corona de la creación" y objeto de su sentido.
Manuel
de León. 2004
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