Manuel de León.-Marzo 2003
No puede uno sustraerse al debate guerra-paz, aunque este
no sea el meollo de lo que suponen las guerras: ambición, intereses,
manifestación de poder y orgullo nacional. Cuando te hacen una entrevista sobre
el tema, notas que la superficialidad
suele ser la moneda de cambio , porque no nos entienden. Cuando les
digo, a quienes me preguntan que la guerra no es el máximo exponente de la
degradación humana, que no es la derrota mayor de la humanidad, me miran
sospechosamente. Porque ¿acaso no es todavía mas inhumano dejar morir a tres
cuartas parte del mundo por inanición, llenos de enfermedades y de hambre, que
pasar a la eternidad en un instante?¿ No es mas horrenda la vida de los que
mueren pudriéndose en un camastro, infestados de Sida, por no tener dinero para medicinas? ¿No
es mas aterradora la muerte de los niños que mueren reventados de trabajar en
las canteras o drogados con el pegamento que les hacen zombis vivientes en las
calles de las grandes ciudades? Etc..Etc. Por eso dice Génesis 6:5 “Y vio
Jehová que la maldad de los hombres era
mucha sobre la tierra y que todo designio de los pensamientos del corazón
de ellos era de continuo solamente el mal”
Sin embargo, este es un debate ganado, porque nadie quiere
la guerra. El problema viene cuando se quiere dar una solución a la violencia.
¿Emplearemos el ojo por ojo y diente por diente del talión o pondremos la otra
mejilla como decía Cristo? Es mas Cristo dice: “A cualquiera que te pida, dale;
y al que tome de lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queráis
que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.
Porque si amáis a los que os aman ¿qué mérito tenéis?”
¿Sería entonces, el mensaje
cristiano un permanecer en el quietismo
y en el martirio? Me gusta mucho el enfoque de Jacques Ellul (1912-1994)
teólogo protestante y sociólogo y filósofo de la tecnología moderna y sus
consecuencias en esta cultura materialista. Dice que tiene un enfoque anarquista del cristianismo
y en aspectos políticos cercano a Bakunin. Anarquismo de rechazo absoluto a la violencia frente a
los nihilistas y anarquistas que eligen como medios de acción la violencia. En
algunos casos parece que el recurso a la violencia simboliza un grito de
desesperación, un acto de desacuerdo y hasta de odio de la opresión Dice J.
Rictus que “Es nuestra actual desesperación que está gritando en voz alta”.
Pero es también la confesión de que no
hay otra línea de conducta y ninguna razón para la esperanza. Para Ellul toda
violencia es un error a dos niveles. El primero es táctico, porque los
movimientos de no-violencia son mucho mas eficaces que los movimientos
violentos. Recordamos no solamente el éxito de Gandhi y muy especialmente el de
Martin Luther King que hizo avanzar la
causa de los negros americanos, mientras que movimientos más extremos, por
ejemplo, los musulmanes negros y los Panteras negras, que usaban la violencia, no solamente no ganaron nada, sino
que perdieron frente Luther Kimg. Así mismo, los movimientos violentos en
Berlín en 1956, y los de Hungría y Checoslovaquia, fueron un fracaso frente a
los de Lech Walesa, contra el gobierno
polaco. Uno de los refranes de los grandes líderes de la unión de los años
1900-1910 era éste: Huelgas, sí, pero violencia, nunca.
El otro aspecto es el bíblico
.La palabra es amor (en toda su
amplitud etimológica y de praxis) frente a violencia. Pero decir solo amor y no violencia esto no significa
que estemos haciendo algo. Por eso es necesaria la no violencia activa
que Jesús supo usar en múltiples ocasiones.
El libro de Habacuc expresa que frente a la injusticia, iniquidad y
destrucción Dios no parece actuar. Sin embargo Dios levanta acciones,
actúa y pone y quita reyes. La imagen de
un cristianismo que no actúa frente a la injusticia y la violencia, que no
denuncia la falsedad y la opresión es siempre lamentable. Pero es mucho mas
lamentable ver las alianzas entre el
trono y el altar y ver, por ejemplo, cómo el papa en otros tiempos estuvo mas
como jefe de Estado que como cristiano responsable. Quizás el anarquismo no
violento de Ellul sea un pacifismo, un antinacionalismo, un anticapitalismo y
un anarquismo antidemocrático en cuanto este anarquismo es hostil a las
democracias falsificadas de los estados burgueses. Dice Ellul en su libro “Propaganda” de 1962 "Si estoy a favor de la democracia, sólo
puedo lamentar que la propaganda haga casi imposible el verdadero ejercicio de
la democracia. Pero pienso que sería incluso peor alimentar cualquier ilusión
acerca de la coexistencia de la propaganda y la verdadera democracia."
Creo efectivamente que hay demasiado propaganda y que todas las posiciones del
debate guerra-paz distan mucho de la búsqueda de la paz verdadera, que solo se
halla en medio de la justicia y la misericordia, del derecho y gracia del Príncipe de Paz.
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